La educación en Roma

La educación era muy importante para los antiguos romanos y tenían una gran fe en ella. Los hijos de familias ricas recibían una buena educación, bien con un tutor personal en su casa o bien en lo que hoy reconoceríamos como un colegio, aunque simplemente era una extensión de una tienda separada por una mera cortina. En cambio, los hijos de familias pobres no podían permitirse pagar a un profesor, aunque algunos conseguían aprender a leer y escribir.

El aprendizaje en las escuelas en roma se basaba en el miedo. Ante cualquier fallo que cometiera un alumno, el profesor le pegaba con una vara con el pensamiento de que los niños no aprenden correctamente si no temen un castigo. Por otra parte las jornadas de estudio eran mucho más largas que actualmente, comenzaban al amanecer y terminanban al anochecer. Además, ¡asistían a clase siete días a la semana! Pero esto no es tan duro como parece, ya que en Roma se celebraban muchísimas fiestas religiosas dedicadas a los distintos dioses en los que creían, y esto implica que los días de fiesta, la escuela cerraba.

En cuanto al sistema educativo, en Roma se diferenciaba tres etapas. La primera de 7 a 11 años en la que se aprendía matemáticas básicas, leer y escribir. En la siguiente etapa se estudiaban los textos de grandes autores romanos como Cicerón. Por último, continuaban en otra escuela aquellos que quisieran dedicarse a la vida pública, por ello, su principal ámbito de estudio era la retórica. Las niñas recibían todo el aprendizaje en casa y se les enseñana a coser, llevar la cocina y otras tareas domésticas ya que se les permitía casarse con 12 años.

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